Capilla Santa Rosa de Lima: Testigo de la Independencia de Venezuela
En esta pequeña y escondida capilla, vecina de la Plaza Bolívar, comenzó todo. Y, ¿qué es todo? Pues el proceso de Independencia de Venezuela y, a partir de ese momento, de toda la América del Sur.
¿Cómo es posible que la mayoría de los caraqueños no la conozcan? Pues no la conocen y yo, lo confieso, tampoco la conocía hasta hace unos tres meses. Y eso que trabajaba en uno de sus edificios vecinos, la Casa Amarilla. La conocimos durante nuestro primer recorrido por el casco histórico de Caracas, y nos gustó tanto que decidimos que era un buen reportaje para el Blog, y así reconciliarnos con ella y darla a conocer a todos nuestros seguidores.
La Capilla Santa Rosa de Lima se encuentra en el Palacio Municipal de Caracas, en el lado sur de la Plaza Bolívar. De todos los sitios históricos que se conservan en la ciudad, esta pequeña sala fue el lugar donde se produjeron importantes sucesos de nuestra historia y hoy en día se conserva como testigo fiel de lo allí sucedido.
Su historia
La Capilla formó parte del primer seminario de Venezuela, fundado en 1673 con el nombre oficial de Colegio Seminario de Santiago de León de Caracas, bajo la advocación de Santa Rosa de Lima, por lo que se le conoció también como Colegio Santa Rosa, aunque la capilla como tal no fue concluida hasta 1721. El seminario pasó a ser la Real y Pontificia Universidad de Caracas creada en 1721 por Real Cédula de Felipe V de España, que se mantiene hasta nuestros días como Universidad Central de Venezuela. La sede inicial de la universidad era la Capilla Santa Rosa y lo fue hasta 1786, año en el que se traslada al convento de San Francisco (en esta última sede permanece hasta 1953, cuando ocurre el traslado a la Ciudad Universitaria de Caracas donde está hoy en día).
En los primeros años del s. XIX, la capilla albergó las discusiones del Congreso Constituyente, que funciono a raíz de los sucesos del 19 de abril de 1810. El Congreso de las Provincias Unidas de Venezuela se instaló el 2 de marzo de 1811, siendo el Congreso más antiguo de América Latina y el segundo de toda América. Sustituye en el poder a la Junta Suprema de Caracas establecida el 19 de abril. Fue convocado para decidir la mejor clase de gobierno para Venezuela mientras durara el cautiverio del Rey Fernando VII en manos de Napoleón. El Congreso se reunía para deliberar en esta Capilla Santa Rosa. Y fue allí donde, sus 43 diputados (con un voto en contra) optaron por declarar la Independencia absoluta de Venezuela de la Corona de España el día 5 de julio de 1811, tomando el nombre de Confederación Americana de Venezuela. Juan Germán Roscio y el secretario del Congreso Francisco Isnardi redactaron el Acta de Independencia que fue firmada entre los días 5 y 6 de julio de julio, luego se transcribió al Libro de Actas del Congreso. La declaración está firmada por los diputados de las provincias de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Mérida, Trujillo y Barcelona, y los miembros del triunvirato ejecutivo que regía Venezuela en ese entonces, Cristóbal de Mendoza (presidente de turno), Juan de Escalona y Baltazar Padrón. El día 13 de julio aprobaron la bandera, la cual se basó en el diseño que había realizado Francisco de Miranda en 1806. El 14 de julio en un acto público y solemne fue izada por primera vez esta bandera. Los encargados de hacerlo fueron los hijos de José María España, ajusticiado por los españoles en 1799 por liderar un movimiento pro independentista. Todo esto sucedió, en la Capilla Santa Rosa de Lima. Merece la pena entonces que la hagamos protagonista de nuestros recorridos por la Caracas histórica.
La Capilla y el edificio en general sufrió varias modificaciones con el pasar de los años hasta 1904, cuando el General Cipriano Castro decretó una remodelación a cargo del arquitecto Alejandro Chataing, quien conservó la Capilla y se utilizó a parir de entonces como Salón del Ayuntamiento de Caracas, la obra fue inaugurada 23 de mayo de 1906. En la década de los 70 también se hicieron varias remodelaciones. Actualmente, el edificio alberga el Palacio Municipal de Caracas y es sede también del Museo de Caracas, del cual forma parte la Capilla.
La Capilla
Durante las últimas remodelaciones, se trato de mantener la Capilla lo más parecida al salón original. Para ello se tomo como modelo el cuadro de Juan Lovera de 1838 "5 de Julio de 1811", que se conserva en la Capilla, tomando en consideración que el pintor había sido testigo presencial de los hechos de ese año. El cuadro nos presenta a los miembros del Congreso Constituyente de 1811 acompañados por el pueblo en los momentos culminantes de la Declaración de la Independencia en la Capilla Santa Rosa de Lima y la posterior firma del acta. En la parte inferior, se ha hecho una identificación de cada uno de los personajes históricos que aparecen en el cuadro.
Otro famoso cuadro de este artista se conserva en sus paredes, “El tumulto del 19 de abril de 1810”, pintado en 1835. Nos muestra la escena en la que Francisco Salias, independentista y miembro del cabildo, impide la entrada del gobernador y Capitán General español Vicente Emparan a la Catedral, obligándolo a regresar al Ayuntamiento (Casa Amarilla) donde es forzado a renunciar al poder y en su lugar se organiza una junta de gobierno. Ambos cuadros son conocidos por todos los venezolanos porque se reproducen en todos los libros de historia de la etapa escolar.
Volvamos a la Capilla. Su planta es rectangular, originalmente el acceso principal se ubicaba al norte, pero esta puerta actualmente se encuentra clausurada desde las reformas de 1940, cuando en la sala comenzó a sesionar el Concejo Municipal de esa época. Todavía hoy puede verse la silueta de esta puerta clausurada que ha sido sustituida por una ventana con vitrales. Se accede a la Capilla por una puerta lateral, desde el patio del Palacio.
La Capilla es de una sola nave, cubierta por un techo de madera y tejas, a dos aguas. El altar mayor que se conserva es muy bonito, un retablo original (restaurado) de madera recubierta con hojillado de oro, decorado con tallas de madera policromadas de la época colonial en el centro la imagen de Santa Rosa de Lima y, a su lado, La Dolorosa, San José, San Juan, San Antonio de Padua y la Cruz de Cristo. Esta cubierto por una cúpula con aberturas por donde entra la luz natural del sol, y que en horas de la mañana le da una luz especial al altar.
La emblemática Capilla guarda diversos objetos históricos que marcaron al país en la época de la colonia. Así, en la entrada nos recibe la campana original de la capilla, con la que se llamaba a misa en aquella época. De todos los recuerdos históricos que se pueden admirar, el más valioso que se conserva es un arca de bronce que guarda el libro original de Actas del Cabildo de Caracas, abierto en las páginas que narran los sucesos de la Revolución del 19 de abril de 1810, inicio de la independencia venezolana (se distingue claramente la firma de Vicente Emparan).
También encontramos un hermoso púlpito colonial con un retrato de Santo Tomás de Aquino y su talla revestida de hojilla de oro: fue utilizada en las actividades religiosas y académicas del Seminario y la universidad.
Numerosos cuadros cubren las paredes, la mayoría retratos al óleo de personajes relacionados con los primeros años del proceso de independencia: Miranda, Emparan, el Marques del Toro, Vicente Salias, Cristóbal Mendoza, entre otros. Y dos importantes cuadros del pintor colonial Juan Pedro López, de Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora de la Luz.
Destaca otro famoso e histórico cuadro. Uno de los tres cuadros conocidos de Nuestra Señora de Caracas, de gran devoción en esa época, de autor anónimo fechado en 1766, y donde se puede ver a la virgen sobre la ciudad colonial de Caracas como lucía en la segunda mitad del siglo XVIII, vista desde el oeste. Al centro, está la Plaza Mayor con la Catedral y su torre al frente. A la derecha la cuadra donde estaban el palacio donde vivían los obispos de Caracas (hoy Palacio Arzobispal) y en la esquina, con una pequeña cúpula, la Universidad que es nuestra Capilla Santa Rosa. Al fondo, la torre pertenecía a la Iglesia de la Candelaria y la que está cerca de la Catedral correspondía a la de San Mauricio (hoy Santa Capilla). Maravilloso. Me permito incluir una mejor imagen del cuadro obtenida de internet para que se aprecie mejor.
Y así concluye nuestra visita a este maravilloso rincón de la historia, una pequeña sala a la que el cronista Juan Montenegro llamó "El Altar de la Patria". Nos despedimos dando un último vistazo y deteniéndonos frente a una placa de mármol que dice:
“El 5 de julio de 1811 se declaró aquí la Independencia de Venezuela. La Patria morirá con el último de los venezolanos”