La ruta de las Torres de Cáceres o Cómo Isabel la Católica castigó la traición de los nobles de la c

La Ciudad Monumental de Cáceres, en Extremadura, España, destaca por sus torres. Llegó a tener 40 a lo largo de la historia, pero actualmente sólo se conservan 22, envueltas en una historia de venganza y traición.

Cuando paseas por esta bella y antigua ciudad medieval, una de las mejor conservadas de Europa, las guías de turismo te obligan a la levantar la cabeza y observar un detalle muy particular: las torres, que se alzan en la muralla y en los palacios, magníficamente construidas, están en su mayoría desmochadas, es decir, que las almenas han sido eliminadas, perdiendo así su función defensiva para la que fueron elevadas originalmente.

Las almenas, ubicadas en lo más alto de una torre, es un saliente vertical que corona los muros perimetrales de castillos, palacios, pueblos. Los espacios abiertos que se encuentran entre las almenas se utilizaban para defender el lugar de ataques ante una posible guerra o asedio, y además servían para el contra ataque. Estos son dos ejemplos de almenas que conseguimos en Cáceres:

Las Torres Desmochadas de Cáceres

La decisión de eliminar las almenas de las torres fue una orden de la reina Isabel La Católica, como muestra de su poder ante los nobles de la ciudad que en su momento habían apoyado a su medio hermana y rival Juana, la llamada Beltraneja, en la guerra de sucesión que tuvo lugar por la Corona de Castilla, a la muerte del rey Enrique IV, padre de ambas. Como Juana estaba casada con el rey de Portugal Alfonso V, dada la cercanía geográfica, la mayoría de los nobles cacereños tomaron partido por ella, y es así como en 1476, la reina Isabel ordeno, como muestra de su poder, que todas las torres palaciegas de la ciudad fueran desmochadas para así humillar a la nobleza y evitar que se atrevieran a desafiar a la Corona amparándose en sus seguras murallas (se desmocharon las torres perteneciente a los palacios, no las defensivas de las murallas).

Conocida esta historia, que sirve de marco a nuestro recorrido por el interior de la ciudad antigua, entre calles empedradas y palacios, vamos entonces a fijarnos en tres famosas Torres Desmochadas de la ciudad.

Torre de los Sande

Torre del Palacio de los Golfines de abajo

Torre de los Carvajal

La Torre desmochada de los Golfines de Arriba

La torre que fue perdonada

La reina Isabel La Católica hizo una real excepción a estos desmoches, para la torre del palacio del Capitán Diego Ovando de Cáceres, por su amistad y vasallaje en calidad de miembro del Real Consejo de los Reyes Católicos, por apoyar este noble su causa durante la guerra de sucesión. Hoy en día es conocida como la Torre de las Cigüeñas en la plaza de San Mateo.

Poco después de esta orden de la reina Isabel, el rey Fernando el Católico autorizó, en 1506, la construcción de una nueva torre con almenas que sigue intacta hoy en día. Es la Torre del Homenaje del Palacio de los Golfines de Arriba.

Las Torres Defensivas con sus almenas

Como dijimos, la orden de Isabel la Católica no se aplicó a las torres defensivas de la ciudad, que se ubicaban en su muralla. Si entramos en la ciudad vieja por el Arco de la Estrella, que era la principal puerta de acceso a la ciudad en la antigüedad, nos encontramos las torres con almena que, como vemos, las hace mucho más bonitas e imponentes:

Torre del Bujaco

Torre de los Pulpitos

Torre de la Yerba ( de origen árabe)

Y así terminamos nuestro paseo por la bella ciudad de Cáceres recorriendo sus famosas Torres. Toda la zona de Extremadura conserva magníficos monumentos rodeados de bellezas naturales que hacen muy recomendable organizar una vista para varios días que incluya, además, las ciudades de Trujillo, Mérida y Badajoz.

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