Una visita a la Casa Natal del Libertador Simón Bolívar
Aunque casi todas las edificaciones históricas de Caracas ha sido derrumbadas en las últimas décadas para dar paso a modernas edificaciones, ella permanece allí, frente a la Plaza San Jacinto (hoy Plaza El Venezolano): la casa donde nació Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Ponte Palacios y Blanco, mejor conocido como el Libertador Simón Bolívar, un 24 de julio de 1783. Aunque no es la casa original, porque ha sufrido muchas modificaciones, el lugar sí que lo es. Y por allí empezamos nuestro plan para recorrer los lugares más importantes de la Caracas histórica. No podría ser de otra manera.
Su historia
La casa fue construida en 1680 y pertenecía a la familia de la madre de Juan Vicente de Bolívar y Ponte, que en 1773 contrae matrimonio con María de la Concepción Palacios y Blanco, que pasaron a vivir en ella como parte de su herencia. En esta casa nacieron sus hijos María Antonia (1777), Juana Nepomucena (1779), Juan Vicente (1781) y Simón José Antonio (24 de julio 1783), el Libertador. En ella creció el Niño Simón y recibió clases de sus primeros maestros, como Simón Rodríguez, porque los niños de la clase más alta de la sociedad colonial recibían las clases en su casa.
La familia Bolívar vivió en ella hasta la muerte de la madre del Libertador, cuando éste contaba 9 años, en 1792. Ya su padre había fallecido cuando tenía 2 años en 1786. Huérfano, quedó al cuidado de sus hermanos mayores y familiares en otras casas de la familia. En 1806 esta casa es adquirida por Juan de la Madriz, familiar de los Bolívar.
Cuentan los historiadores, que Bolívar visitó esta casa por última vez en enero de 1827, en su último viaje a Caracas, siendo cordialmente invitado por la familia Madriz a una cena en su antigua casa natal. Dicen las crónicas que, en aquella tarde, el Libertador llegó sólo, vestido de civil, y dispuesto a recordar sus años felices de la infancia. Esta visita lo emocionó profundamente, al punto de improvisar un breve discurso que culminaría con un llanto producido por la rememoración de sus primeros años de vida en compañía de sus padres y hermanos. Antes de marcharse, recorrió por última vez en silencio los diferentes rincones de la casa. Jamás volvió a visitarla.
La casa se mantendría en posesión de los Madriz hasta 1876 cuando fue adquirida por el entonces Presidente de la República Antonio Guzmán Blanco. En 1912 es adquirida por la Sociedad Patriótica a los sucesores de Guzmán Blanco por suscripción popular y donada a la Nación el 28 de octubre de 1912. En 1916 se decreta su reconstrucción que concluye en 1921, siendo inaugurada y abierta al público ese mismo año, con motivo de los actos programados para conmemorar el centenario de la Batalla de Carabobo.
La casa
La casa es de una sola planta, de estilo colonial, con varios patios internos rodeados por corredores y habitaciones, decorada al estilo de la época.
Nada más entrar a la casa, te encuentras de frente el llamado patio principal, donde se encuentra la pila en que fue bautizado el Libertador, la cual perteneció antiguamente a la Catedral de Caracas, y cuya imagen vemos en la portada de esta entrada.
Siguiendo el recorrido trazado para la visita, se ubica el Cuarto Principal de la Casa, y en este sitio una cama de caoba de la época colonial que marca el sitio exacto donde nació Simón Bolívar.
El recorrido sigue por la Galería de los Escudos, presidida por el famoso cuadro del Matrimonio de Bolívar de Tito Salas, y que es mi favorito. Seguimos por la galería de las batallas, con enormes cuadros alusivos a las principales batallas dirigidas por Bolívar en la lucha por la Independencia; el comedor, las habitaciones de las damas, la sala menor y el oratorio o capilla.
En la parte de atrás de la casa se ubica un segundo patio, de servicio, que servía de ventilación a la cocina y a otras habitaciones, e incluye una réplica de una fuente de agua de la época. También está el famoso patio de Granados, árboles que se dice son descendientes de los originales que estaban en la casa, y cuya fruta, la granada, era una de las favoritas del Libertador, por los recuerdos que le traía de las que merendaba en su infancia. Al final de la casa se encuentra un pequeño corral-lavadero y la caballeriza.
Las habitaciones están decoradas con murales y cuadros alusivos a la vida del Libertador y sus familiares, destacando las obras del pintor venezolano Tito Salas, quien hizo una serie de murales alusivos a la vida del Libertador y de la lucha por la Independencia, como Confirmación de Bolívar, el Terremoto de 1812, Mi Delirio sobre el Chimborazo, Muerte de la esposa de Bolívar, Toma de las Flecheras, Paso de los Andes, Emigración a Oriente, y muchas otros.
Igualmente, se incluyen muebles antiguos, enseres y objetos diversos de la época de Bolívar, los cuales fueron donados por familias caraqueñas. Destacan armarios que contiene parte del Archivo del Libertador, incluyendo el Libro con el Acta de su Bautismo; joyas de la familia; la Condecoración del Perú al Libertador; una urna de bronce con pedestal de mármol que contiene tierra traída del Monte Sacro (Italia) donde Bolívar hizo su famoso Juramento; entre muchos otros.
El Museo Bolivariano
A un costado de la casa Natal del Libertador podemos visitar, en otra casa colonial, el Museo Bolivariano, fundado en 1911 y dedicado a mostrar piezas relacionadas con Simón Bolívar y con la historia de Venezuela.
El museo presenta una exposición permanente en litografías sobre la vida de Simón Bolívar. Asimismo, grandes pinturas relacionadas con la vida del Libertador de los artistas Antonio Herrera Toro y Francisco Quijano. Se guardan numerosos objetos y documentos históricos, como la lanza de José Antonio Páez, algunas banderas que se utilizaron en la Guerra de Independencia, vestimenta y objetos personales de Bolivar y otros próceres de la independencia, un coche de manos de la madre del Libertador y el cofre en el que trasladaron los restos de Bolívar desde Santa Marta, ciudad donde murió en 1783, a Caracas para su descanso final, y que vemos en la siguiente imagen:
También se presenta una bonita exhibición con trajes típicos de la época colonial.