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Itinerario para recorrer Italia por tu cuenta en dos semanas


Italia es uno de los países que se encuentra en la lista de cualquier viajero. Tiene tanto que ver que es necesario dedicarle por lo menos dos semanas para recorrer las ciudades más importantes, con calma, perdiéndose en sus calles, contemplando sus monumentos, aprendiendo de arte y de historia. Por supuesto, sentarse a probar sus platos típicos debe estar incluido (varias veces) en cualquier plan.


Así que te he preparado un itinerario con lo más importante que ver en dos semanas, tal y como lo hicimos nosotros, dos semanas de recorrido en un vehículo alquilado empezando en Roma y terminando en Milán, viajando a tu propio ritmo. He añadido una lista de los lugares imprescindibles para que tengas una idea de todo lo que hay que ver.


Roma. Cuatro Días

DIA 1 Llegamos a Roma al Aeropuerto de Fiumicino, en nuestro caso en vuelo desde Barcelona. Allí mismo ya puedes tomar tu vehículo alquilado y empezar tu recorrido. Cuatro días son perfectos para conocer lo mejor de esta ciudad, pero prepárate a caminar porque hay mucho que ver. El primer día, dependiendo de la hora de llegada, puedes tomar las cosas con calma y acercarte a la zona del Coliseo para ver el atardecer y cenar por los alrededores. Y a la cama temprano que al día siguiente hay mucho que hacer.


DIA 2 Puedes dedicar el segundo día para visitar el Vaticano. A primera hora empieza con los Museos Vaticanos. Es conveniente comprar en internet por adelantado la entrada porque así ahorrarás mucho tiempo ya que siempre hay largas filas. Aquí estarás prácticamente toda la mañana recorriendo las salas que exponen la gran colección de arte griego y romano (la mayor del mundo), egipcio y etrusco, y por supuesto las grandes obras de arte del renacimiento en salas como la “Estancia de Rafael”, la de los Borgia, la de Constantino. Terminarás con la célebre Capilla Sixtina con el “Juicio Final” de Miguel Ángel en su bóveda y frescos del siglo XV de Botticelli, Perugino y Ghirlandaio, entre otros.


Podemos visitar ahora la Basílica de San Pedro, edificada en el lugar en que san Pedro sufrió martirio y fue sepultado. La iglesia más grande del mundo merece otro recorrido despacio, admirando todas sus obras de arte, como la “Piedad” de Miguel Ángel, el Baldaquino de bronce de altar mayor obra de Bernini, la estatua de San Pedro de Arnolfo di Cambio y la maravillosa cúpula de Miguel Ángel.


Dando un paseo a través de la Plaza de San Pedro admirando su imponente fachada y su columnata proyectada por Bernini, cruzamos la frontera del Vaticano con Italia a través de la vía de la Conciliación y llegamos a Castel Sant'Angelo, la fortaleza de los papas edificada en la Edad Media sobre los restos de la tumba del emperador Adriano (siglo II d. C). Tiene un museo y sus terrazas ofrecen maravillosas vistas de la ciudad y conectado con los edificios papales a través de un pasadizo elevado (el llamado "Passetto"). Ya para terminar, atravesamos el puente degli Angeli, con sus famosas estatuas de la escuela de Bernini, y llegamos hasta el Trastevere, uno de los barrios más característicos de la ciudad, lugar ideal para pasear por coloridas callejuelas y plazas, y terminar el día cenando en uno de sus muchos restaurantes.


DIAS 3 Y 4. Estos dos días los dedicaremos a recorrer la ciudad y todos sus monumentos. Para verlo todo y detenernos sólo en lo que nos interesa lo mejor es comprar un boleto de dos días para el bus turístico que te permite bajar y subir donde quieras, o simplemente admirar la ciudad desde su piso superior descubierto. Los lugares imprescindibles para mí son, por nombrar algunos son: el Museo del Ara Pacis, Mausoleo de Augusto, Pizza di Spagna, Fontana de Trevi, Campo de Fiori, Piazza Navona, el Panteon, Piazza della Repubblica, Iglesia Santa Maria Maggiore, Iglesia San Pietro in Vincoli donde está el Moisés de Miguel Ángel, el Coliseo y el Foro Romano (comprar con anticipación la entrada al Coliseo), la Bocca della Veritá y el Circo Massimo. Recuerda organizar previamente donde te vas a detener y entrar para que te rindan los dos días.



Dia 5. Roma – Asís – Siena - Florencia

Desde Roma tenemos que recorrer 197 Km para llegar al bello pueblo medieval de Asís o Assissi en italiano donde podemos pasar mediodía y almorzar en uno de sus restaurantes. Es mundialmente conocido porque aquí nacieron, vivieron y murieron San Francisco y Santa Clara: por eso, los excepcionales acontecimientos de sus vidas, y la difusión de la ideología franciscana, constituyen el rasgo más particular de la ciudad, que ha llegado a ser nombrada centro de espiritualidad y de la paz. Merece la pena entrar y visitar la Basílica de San Francisco, construida entre 1228, 2 años después de la muerte del santo, y 1253. Son dos iglesias, una arriba de la otra, en la cumbre de una roca. La iglesia inferior sirve de cripta para los despojos de San Francisco que está sepultado aquí. La iglesia superior a la que se entra a través del claustro del convento tiene una importante muestra del arte italiano del os s. XIII y XIV, destacando frescos de Giotto sobre la vida de San Francisco. En los jardines se exhiben los supuestos rosales sin espinas del milagro de San Francisco. La ciudad tiene otras importantes iglesias como la de Santa Clara y el Duomo o Catedral de Assissi.


Y volvemos a la ruta hacia el norte para llegar en 128 Km para pasar la tarde en Siena. Famosa por sus vinos Chianti es una de las capitales europeas del arte gótico. Podemos visitar el Duomo o Catedral y la Piazza di Campo, rodeada de antiguos y bellos palacios, torres y casas y lugar donde se celebra el famoso Palio. Seguimos nuestra ruta final de día hasta Florencia (79 Km) donde llegaremos a tiempo para ver el atardecer en la ciudad y cenar en su famosa plaza de la Signoria.



Florencia. Dos días

Los días 6 y 7 los dedicaremos para recorrer Florencia a pie, tras los pasos de Leonardo y Miguel Ángel, para conocer de cerca todo lo que nos dejó el Renacimiento. Llegamos a la Piazza del Duomo donde encontramos la Catedral de Santa María di Fiori, con su magnífica cúpula del arquitecto Brunelleschi, el Campanille di Giotto y el Baptisterio de San Giovanni con sus famosas puertas de bronce en el lado este, las “Puertas del Paraíso” como las llamara Miguel Ángel por lo hermosas que son.


Podemos luego ir hasta la Piazza della Signoria, museo al aire libre donde se encuentras varias esculturas como El rapto de las Sabinas de Giambologna y una réplica del David de Miguel Ángel en el lugar que ocupaba originalmente. Enfrente, el Palazzo Vecchio, que fuera palacio de gobierno de los Medicci. Sobre el Arno está el famoso puente Vecchio, lleno de joyerías, tiendas de arte y recuerdos. Podemos pasear por el famoso mercado de la Paja o el de San Lorenzo. Las basílicas de Santa María Novella y la de la Santa Croce, por nombrar las más famosas, pero recorriendo la ciudad encuentras iglesias y palacios que puedes visitar a tu gusto. Imprescindible visitar la Galleria degli Uffizi y la Galleria dell´a Academia (el famoso “David” de Miguel Ángel está aquí). Si amamos el arte, esta visita nos puede llevar mucho tiempo. Las entradas traerlas ya compradas.


Día 8. Florencia-Padua-Pisa-Venecia

Dejamos atrás Florencia, quizás sufriendo del síndrome de Stendhal que nació en esta ciudad y es una enfermedad o estrés del viajero que causa un elevado ritmo cardíaco entre otros síntomas cuando el individuo es expuesto a obras de arte maravillosas. Recorriendo la Toscana llegaremos en solo 108 Km a Pisa. Medio día en el que podemos visitar el conjunto de la Catedral, el Baptisterio y la inigualable Torre Inclinada que sigue desafiando la ley de la gravedad.


Seguimos ahora nuestro camino un trecho de 297 Km hacia Padua, la de San Antonio (aunque nació en Lisboa), enterrado en la Basílica de San Antonio. La ciudad también es famosa por su Duomo y su universidad, Università degli Studi di Padova, una de las más antiguas de Italia, donde estudiaron Nicolás Copérnico y Galileo Galilei, entre otros alumnos ilustres. Salimos de Padua para llegar en media hora (49 Km) a la famosa Venecia.



Venecia. Tres días

Cuando llegues a Venecia debes dejar tu auto porque a la ciudad solo se pude acceder en Vaporetto (o a pie). Nosotros elegimos un hotel con estacionamiento en las afueras, porque además son más baratos, y nos movimos en los barcos que nos llevaban hasta la Piazza San Marcos y desde allí planeamos nuestra ruta.



Días 9 al 11. Hay que aprovechar que estamos en una de las ciudades más famosas y bellas del mundo. Y sí, es cara y tienes que estar pendiente de lo que te cobran porque suelen aprovecharse de los turistas. Lo ideal es perderse por sus calles a partir de la Plaza de San Marcos, en la que se reúne arte griego, medieval, bizantino y veneciano, formando un maravilloso conjunto arquitectónico con la Basílica de San Marcos, la Torre del Reloj, el puente de los Suspiros, el Campanille y el Palazzo Ducale. Podemos recorrer los canales en una de las góndolas que, aunque no es económico es un imprescindible de la ciudad. Pasar por el Puente del Rialto o por el más moderno de Calatrava. En uno de los vaporettos también nos podemos acercar a las islas Lido y a Murano para visitar una de las fábricas de Cristal. Guarda fuerzas para volver a hacer el recorrido de noche por los alrededores de San Marcos ya que el ambiente de los turistas es increíble y se disfruta mucho. Por una vez en la vida, el gasto de cenar frente a los canales es algo que merece la pena y será inolvidable.


Día 12. La ruta final: Venecia-Verona-Milán

Salimos hacia Milán, distante de Venecia unos 280 Km. Podemos hacer una parada en Verona, la ciudad de Romeo y Julieta. Y llegamos a Milán donde pasaremos nuestro último día. Milán tiene mucho que ver, así que si te parece puedes reservarle dos días de tu recorrido. Aquí son imprescindibles las visitas al Duomo, la Galleria Vittorio Emanuele II, el Teatro alla Scala, la Pinacoteca di Brera. En el Cenacolo vinciano, comedor del convento dominico de la Iglesia de Santa Maria delle Grazie, se encuentra “La última cena” de Leonardo da Vinci. Es imprescindible comprar la entrada con bastante anticipación y desde ya que digo que se agotan rapidísimo. Nosotros nos quedamos sin verla.



Ultimo día. Despedida y triste regreso a casa

Y llega el día de la triste despedida. Es hora de volver a casa, pero ahora sabemos más de arte, de arquitectura, de historia y de la auténtica comida italiana (ya nunca más los helados del resto del mundo te volverán a saber igual porque aunque estén sabrosos, que los hay, nos los comerás con esas vistas). Algún día volveré a hacer este recorrido, pero le añadiré más ciudades del sur que creo debimos visitar. Ya tenemos excusa para regresar.

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