El Camino Lebaniego: peregrinando por los Valles de Cantabria
Hoy les voy a contar nuestro recorrido por el llamado Camino Lebaniego en Cantabria, una ruta de peregrinación que ya se hacía en la Edad Media, en la que los peregrinos se desvían del Camino de Santiago en el llamado Camino del Norte, para recorrer 72 Km y acercarse a rezar ante el que la tradición considera el mayor trozo de la cruz de Jesucristo, el Lignum Crucis que se conserva en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
Fuente: https://www.pilgrim.es/el-camino-lebaniego/
De esta manera, Cantabria es la única región del mundo cristiano que cuenta con dos caminos de peregrinación. El Camino Lebaniego además está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco al haber sido incluido en los itinerarios del Camino de Santiago junto al Camino Primitivo, el Camino Costero y el Camino Vasco del Interior. El Camino Lebaniego posee una credencial específica y un documento acreditativo de la peregrinación, llamado la Lebaniega, al igual que en el camino jacobeo existe la consabida Compostela. Para que lo tengas en cuenta, las señales en los caminos si son flechas amarillas con un sol señalan la ruta de Santiago. Si son rojas con una cruz, las del Monasterio de Liébana.
Nosotros fuimos en vehículo particular parando a tomar fotos y disfrutar de los hermosos paisajes, que incluyen desde las costas del Cantábrico en el inicio del Camino hasta los Picos de Europa en su tramo final.
San Vicente de la Barquera
El Camino Lebaniego comienza en este bello pueblo de la costa del Cantábrico. Podemos disfrutar del paisaje marino y de su centro histórico, al que llegamos atravesando el puente medieval de La Maza, vigilados desde los alto por el Castillo del Rey, edificado en tiempos del rey Alfonso I de Asturias y los restos de su muralla. La historia señala que servía de fortaleza para prevenir los ataques de los vikingos al Reino de Asturias (que sí, que hasta aquí llegaron los vikingos varias veces). También podemos visitar la de Nuestra Señora de los Ángeles, el Palacio del Corro y el Santuario de la Virgen de la Barquera
Unquera
En la ribera del río Deva, que separa Asturias de Cantabria, se encuentra este pueblo que se ha hecho famoso por un dulce, las “Corbatas de Unquera”, así que es el lugar perfecto para parar a desayunar con las vistas del río. Si estás haciendo el camino a pie, la ruta pasa muy cerca, por el antiguo pueblo de Muñorrodero, donde se separan el Camino de Santiago de la Costa y el Lebaniego.
Desfiladero de la Hermida
Para llegar al Monasterio la carretera atraviesa los bellos paisajes de este desfiladero de la Hermida en el Valle de Lebeña, formada por el cauce del río Deva, el más largo de España (21 Km) que discurre entre grandes paredes casi verticales de roca algunas de más de 600 metros de altura. En la entrada del Desfiladero, el pueblo de La Hermida, donde puedes tomar la carretera para visitar la Iglesia de Santa Juliana, una joya del románico de finales del s. XII. Y al final del desfiladero, un pequeño desvío te lleva a la Iglesia de Santa María de Lebeña, del s. X, templo mozárabe construido sobre uno más antiguo y con influencias del prerrománico asturiano. Una hermosa panorámica del Desfiladero la tenemos desde el Mirador de Santa Catalina.
Pueblos y más pueblos
La carretera principal por la que vamos pasa el desvío de la carretera que lleva a los pueblos de Allende, Bejes (donde podemos probar el famoso Queso Picón), Cabeñes (hay un albergue de peregrinos) y Pendes, famosos por sus castañares centenarios y por donde pasan los peregrinos en su camino. Sin desviarnos, pasamos por Tama, donde se encuentra el Centro de Visitantes Sotama, centro de interpretación de los Picos de Europa y dos bonitas Ermitas. Podrás detenerte en cada uno de ellos según el tiempo que lleves.
La villa medieval de Potes
Llegamos a la villa medieval de Potes, situada en el corazón de la comarca del valle de Liébana, conocida como la villa de los puentes y las torres. Forma parte de la lista de los Pueblos más Bonitos de España. Es un placer pasear por sus calles, alguno de sus cuatro puentes que cruzan el río Deva o el río Quiviesa que aquí confluyen (muy fotogénicos los cuatro) y descubrir todos y cada uno de sus rincones. Podemos visitar la antigua Iglesia de San Vicente del s. X, la Casa torre de Orejón de la Lama y la Torre del Infantado, antigua fortaleza, cárcel Ayuntamiento, que hoy en día acoge permanentemente la exposición “El cosmos de Beato de Liébana. Aquí comienza todo”, en que se trata la vida y obra del abad lebaniego para luego subir hasta la parte superior con sus maravillosas vistas de la villa, el Monasterio y el fondo de los Picos de Europa.
Monasterio de Santo Toribio de Liébana
Desde Potes tomamos una carretera para llegar a nuestro destino (pero no el último como veremos después): el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, que se encuentra en menos de tres kilómetros de Potes.
El Monasterio de Piedra es un edificio magnífico en medio de un paisaje precioso. Su origen es un poco incierto. Durante el reinado de Alfonso I, éste repoblaría la Liébana en una etapa temprana de la Reconquista, a mediados del siglo VIII. Un oratorio bajo la advocación de San Martín de Turieno (o de Tours), fue fundado por Toribio, un obispo de Palencia del siglo VI, el cual se retiró junto con algunos de sus monjes para seguir una vida contemplativa de acuerdo con la regla benedictina. Probablemente durante el siglo VIII, en tiempos de la ocupación musulmana, el cuerpo de otro obispo que luego sería Santo, Toribio de Astorga, fue trasladado al monasterio junto con las reliquias que se cree había traído de Tierra Santa para protegerlas, entre ellas el Lignum Crucis, el trozo de la cruz de Cristo más grande que aún perdura según la Iglesia Católica. Por ello, en 1512 el papa Julio II otorga, mediante bula, el privilegio de celebración del Año Jubilar Lebaniego, lo que hace del monasterio un importante centro de peregrinación. Con el tiempo y hasta el día de hoy, el monasterio pasa a pertenecer a la orden de los franciscanos, custodios de todas las reliquias de la cristiandad.
En la fachada destaca la Puerta del Perdón, que solo se abre los años jubilares cuando la festividad de Santo Toribio cae en domingo. Podemos visitar el claustro y la iglesia, levantada en 1256 pero que ha sido reformada varias veces. Puede que el estilo inicial fuese el prerrománico asturiano o mozárabe como vimos en Santa María de Lebeña. En la actualidad el estilo predominante es el gótico siguiendo las reglas del Císter. En el interior de la iglesia, una talla de madera del siglo XIV de Santo Toribio de Astorga yacente que marca el lugar donde se conservan las reliquias del Santo, y la capilla donde se guarda el Lignum Crucis en un relicario en forma de cruz de plata dorada de tradición gótica realizado en 1679. Todos los días un sacerdote hace de guía para contarnos la historia y tradición del lugar.
Fin del Camino (pero vamos a seguir adelante porque hay más)
Si seguimos esta misma carretera hacia los Picos de Europa, termina en el conocido Teleférico de Fuente Dé, donde podemos ascender en pocos minutos 1800 mts para maravillarnos con los paisajes de los Picos. Espectacular es la palabra. Antes de llegar, pasaremos por el pueblo de Cosgaya, donde la tradición señala nació Pelayo (el de la Batalla de Covadonga), y Los Llanos y Espinama donde la tradición también señala fueron derrotados los musulmanes que huyeron de Pelayo después de la Batalla, algunos dicen por hombres dirigidos por Guadiosa la esposa de Pelayo, por eso una zona se conoce como Campo de la Reina.
Para coger fuerzas
No dejes de probar en algunos de los restaurantes que te vas a encontrar, el Cocido Lebaniego, los Quesucos de Liébana, el Queso Picón, los chuletones de vaca de Tudanca y de postre algo riquísimo: Canónigo Lebaniego. Una delicia para terminar un paseo tan histórico y encantador.
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