Recorriendo las antiguas haciendas de Caracas: de El Paraíso a Chacaíto.
Seguimos nuestra ruta por las antiguas haciendas de Caracas por la zona de las primeras urbanizaciones, aquellas que se empezaron a construir a partir de principios de s. XX y con las que la ciudad entraba en una nueva etapa de modernidad y vanguardia arquitectónica.
Empezamos por el oeste de la ciudad y nos vamos hasta los terrenos de la entonces Hacienda Echezuria, para entrar en El Paraíso, la primera urbanización de Caracas. Los terrenos pertenecían desde 1830 a la familia Echezuria y estaban destinadas a la producción de caña de azúcar. A partir de 1895 tanto el presidente Joaquín Crespo como Cipriano Castro impulsan desde aquí la urbanización de una moderna Caracas, con la construcción de avenidas arboladas y plazas, y se populariza ir en coche de caballos al Paseo de El Paraíso inaugurado en 1898, que hoy se corresponde con la avenida principal. De esa época se conservan iguales la Plaza Páez, inaugurada en 1903 con la estatua del héroe de la Independencia, y la Plaza 19 de abril de 1810, hoy plaza Madariaga, inaugurada en el centenario de la Declaración de Independencia de Venezuela, con el “Monumento a Francisco Salias y José Cortes de Madariaga”.
La residencia presidencial de Castro construida en 1903 conocida como Villa Zoila, en honor de su esposa y diseñada por Alejandro Chataing, es hoy sede del museo de la Guardia Nacional. Las familias de la clase alta también comienzan a instalarse en la nueva zona, y encargan sus viviendas a los arquitectos más famosos de la época. Algunas aún se mantienen en pie como la Quinta Las Acacias, construida entre 1905 y 1913 por la familia Boulton, y la Quinta Villa Bella Vista de 1928, del arquitecto Carlos Guinand y remodelada por el famoso arquitecto Manuel Mujica Millán, que pertenecen hoy a la Guardia Nacional. La nueva urbanización incluía colegios para la clase alta como el Colegio San José de Tarbes (1902), que sigue recibiendo alumnas; club sociales como el Club el Paraíso fundado en 1917 (hoy sede del Hogar Canario) y el famoso Hipódromo de El Paraíso, inaugurado en 1908 y del que se conservan las Gradas y el Pabellón construido en 1933, hoy sede del Liceo E. Crema. La fachada del liceo se corresponde con la portada del pabellon del hipódromo.
Una parte de los terrenos de la Hacienda Montalbán, dedicada a la producción de caña de azúcar y propiedad de la familia Vollmer, fueron donados en 1963 para el desarrollo del campus de la Universidad Católica Andrés Bello, y en la otra parte se desarrollaron la Urbanización Montalbán y la Barriada de La Vega. La casa de la hacienda original, fechada en 1856, se encontraba muy cerca de lo que hoy es la casa de la Conferencia Episcopal de Venezuela, una mansión construida en 1940 para el Alberto F. Vollmer por Manuel Mujica Millán. En los jardines se conservan los restos del trapiche de la hacienda fechado en 1741. No se pueden visitar.
Más conocida es la Hacienda La Vega, una de las más importantes y antiguas hacienda de Caracas, dedicada desde el s. XVI al cultivo de caña de azúcar y otros rubros agrícolas. Sus terrenos forman parte de las hoy urbanizaciones El Paraíso y Montalbán, y se conserva la casona principal, con un antiguo trapiche y amplios jardines. Es la residencia privada más antigua de Venezuela y una de las construcciones más grandes (45 habitaciones) que ha pertenecido a la familia Herrera (familia política de la famosa Carolina Herrera). Está ubicada en la Avenida O’Higgins de El Paraíso y hoy en día se puede reservar para eventos privados aunque que muchas veces se abren al público para eventos que incluyen la visita guiada, por lo que hay que estar pendientes de las convocatorias.
Nos vamos ahora para la zona del sur del centro histórico, los terrenos de la Hacienda La Yerbera fueron destinados en 1926 para la construcción de la urbanización San Agustín del Norte con lo que empieza el proceso de urbanización y desarrollo de la ciudad de Caracas hacia el este. De esa época nos queda la Iglesia de San Agustín, construida en 1930, diseñada por el arquitecto Alejandro Chataing.
Lo que hoy en día es el Parque de Los Caobos, en 1810 era la Hacienda Mosquera, una hacienda de cacao administrada por unos franceses que la abandonaron posteriormente. Fue ocupada durante la guerra de independencia por las tropas españolas y después del triunfo de los patriotas fue propiedad de la familia de Ambrosio Plaza, quien murió en la Batalla de Carabobo, por orden del Presidente José Antonio Páez. En 1865, estando en ruinas, fue vendida a los hermanos Mosquera que la convertirían en hacienda de café. Para proporcionarle sombra a los arbustos cafeteros se encargaron de sembrar árboles caobos traídos de Santo Domingo. Estos terrenos fueron los que expropió el general Juan Vicente Gómez y donde el 9 de diciembre de 1924, en conmemoración del centenario de la Batalla de Ayacucho, se inauguró el Parque Sucre. En 1937 el Consejo Municipal de Caracas le dio el nombre de Avenida Mosquera a la avenida principal que lo cruzaba, en reconocimiento a quienes habían plantado los árboles. Hoy en día este parque se llama Parque Los Caobos, y muchos de esos árboles centenarios se conservan. En los terrenos del parque se inauguró en 1938 la nueva sede del Museo de Bellas Artes, y en 1940 la del Museo de Ciencias Naturales, ambos diseñados por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva. Como curiosidad, en este parque podemos visitar la famosa fuente “La Monumental Venezuela”, alegórica a todas las regiones del país, creada por el escultor Ernesto Maragall en 1952, que originalmente estuvo en la Plaza Venezuela cuando se inauguró, y que fue trasladada a este lugar en 1967.
Muy cerca de Plaza Venezuela llegamos a la antigua Hacienda Ibarra, terrenos expropiados en 1943 para construir la Ciudad Universitaria de Caracas, la obra más emblemática de Villanueva. La hacienda perteneció a la familia Ibarra por más de tres siglos, y allí se producía la caña de azúcar con el que se realizaba el mejor ron de la época. Fue residencia del Libertador Simón Bolívar durante su última visita a Venezuela en 1827 y fue allí donde, junto a José María Vargas y José Rafael Revenga, se redactaron los estatutos que transformaron la Real y Pontificia Universidad de Caracas en la Republicana Universidad Central de Venezuela, sin imaginarse que ese mismo sitio sería construida, años después, la moderna Universidad. También se hospedó aquí durante dos meses al naturalista alemán Alexander von Humboldt, en su visita a Caracas a inicios del siglo XIX. En los terrenos de la Universidad, detrás de la zona de la piscina olímpica y a un lado del Gimnasio Cubierto construido en 1957, se conservan el torreón del trapiche y la llamada Casona Ibarra, con más de 300 años, que era originalmente el dormitorio del caporal y que luego haría las veces de casa principal. En la década de los 40 se instaló en esta casa el Instituto Ciudad Universitaria desde donde Villanueva supervisaría el proyecto de la universidad. Hoy en día la están remodelando.
Y nos vamos al norte, a la Hacienda San Bernardino, propiedad de la familia Vollmer. En sus terrenos lo que primero se construyo en 1901 fue el Club Atlético San Bernardino, el primer centro deportivo que existió en Venezuela y donde en 1902 se creó el primer equipo de fútbol de Venezuela, el San Bernardino Football Club, fundado por un grupo de ingleses que llegó al país a finales del siglo XIX. Este estadio estaba ubicado donde hoy en día se encuentra la iglesia María Auxiliadora del colegio salesiano en Sarria y la sede principal del Banco Provincial.
En 1939 la familia Vollmer procede a iniciar la construcción de la nueva urbanización San Bernardino, destinada a la clase media y profesional, y luego a emigrantes. No existen vestigios de la antigua hacienda, pero se conservan edificios emblemáticos de los años 40 y 50, muchos muy deteriorados, pero de esa época son el Centro Médico y el edificio sede de la Shell que es hoy la sede de la Comandancia General de la Armada. En el primer proyecto, se planeaba construir un elegante complejo habitacional, para que sirviera de residencia presidencial, pero al final fue adquirido por el magnate Rockefeller para inaugurar en 1942 el Hotel Ávila.
En San Bernardino podemos conocer la Casona Anauco Arriba, ubicada en uno de los accesos al Ávila, una de las grandes desconocidas de los caraqueños. Es la casa de hacienda más antigua que se conserva en Caracas, siendo su estructura original aunque ha sido recientemente restaurada. La estancia pertenecía a una antigua hacienda de café edificada por el capitán Juan Sánchez Morgado, lejos de la Caracas que para aquel entonces se concentraba en las 25 manzanas alrededores de la Catedral y la Plaza Mayor (hoy, Plaza Bolívar), muy cerca del río Anauco. Ya es mencionada en 1592 en las actas del Cabildo de Caracas por la construcción de un molino de café, cuya rueda de trilla se conserva hoy día en el patio posterior. También se dedicó a la cría de ganado vacuno. Hoy en día pertenece a la Alcaldía Metropolitana y está dedicada a la realización de actividades culturales.
En esta misma zona está la Quinta Anauco, que originalmente no era una casa de hacienda sino una casa de descanso, conocida como La Casa de Solórzano, construida por el capitán Juan Javier Mijares de Solórzano entre 1796 y 1797, para alejarse del centro y descansar rodeado de siembras de café, caña de azúcar y árboles frutales. En esta quinta vivió a partir de 1826, después de la independencia, primero como arrendatario y luego propietario, el Marqués Francisco Rodríguez del Toro e Ibarra, general de división del ejército republicano y firmante del Acta de la Independencia. Es la etapa de mayor esplendor de la casa, la cual se convertirá en lugar de encuentro de las grandes figuras de la época. El Libertador Simón Bolívar estuvo alojado en esta casa durante su visita a Caracas entre el 2 y el 6 de julio de 1827, fecha en que partió rumbo a Colombia para no regresar jamás a su Patria. Los herederos del marqués la venderían a Don Domingo Eraso, familia que en 1958 la donó al Estado con la petición expresa de que "siempre sirva como sede del Museo de Arte Colonial”. Puedes reservar por correo tu visita guiada.
La Urbanización La Florida se levantó en los terrenos de la Hacienda Sabana Grande, cafetalera, sobre la cual también se levantó la zona comercial de Sabana Grande. Fue proyectada en 1929 como una zona residencial con calles llenas de árboles y jardineras, y en su diseño participó Luis Roche, uno de los diseñadores de la Caracas moderna, y que también fue el responsable del diseño del famoso Club La Florida de los años 40, donde se reunía la alta sociedad de Caracas, y que estaba donde hoy se levanta la Iglesia de la Chiquinquirá, construida a mediados de los años 50 por el arquitecto español Manuel Mujica Millán.
Terminamos esta primera parte de nuestra ruta en Chacaíto, donde en el s. XIX estaba la Hacienda Sans Souci, que dio nombre Conjunto Residencial construido en 1960, además del conocido Centro Comercial Chacaíto, inaugurado en 1968. Las crónicas señalan que es por esta zona del camino entre Caracas y Chacao donde Humboldt inició su ascenso a la montaña el Ávila y llegó a la llamada Silla de Caracas, la parte más alta que nunca había sido explorada. En esos años 60, la casa de hacienda original ya había desaparecido.